La inspiración de la artesanía se despliega en el icónico diseño de la trona Click & Fold. Con un reconfortante clic al desplegarse, no sólo inspira confianza sino que personifica la esencia del trabajo artesano. Su elegante diseño se convierte en una auténtica obra de arte que define una calidad excepcional digna de cualquier hogar. El núcleo de esta obra maestra es una ingeniosa ingeniería que encuentra en la resistente y fuerte madera de haya sostenible la materia prima. Un simple y sencillo plegado la convierte en una silla plegable fácil de guardar y transportar (solo 14 cm de grosor), adaptándose a la perfección a la vida moderna. Desde el nacimiento hasta los 99 años, Click & Fold es un testimonio del trabajo artesano que ofrece una moderna gama de soluciones basadas en el diseño, ya sea una hamaca, un baby set o una trona tradicional. La compañera ideal para crecer con la familia que encapsula la fusión de forma y función a lo largo del viaje de la vida.
Plegar y guardar en cuestión de segundos
Pulsando dos botones se transforma en una trona compacta que ahorra espacio. Basta con retirar la tabla del asiento y el reposapiés para guardar la silla de manera compacta (solo 14 cm de grosor). Perfecta para las familias urbanas.
Sus múltiples posiciones de ajuste en altura y profundidad permiten regular el asiento y el reposapiés para encontrar siempre la postura ideal.
Óptima posición ergonómica
Cuando las tablas están en los peldaños superiores, su suave inclinación ofrece una posición natural cómoda para la espalda del bebé.
Diseño moderno y sostenible
Da rienda suelta a los deseos artísticos de tu pequeño con esta moderna silla de madera de haya sostenible. Sus bordes atrevidos y rectos complementan una funcionalidad innovadora, perfecta para cualquier interior.
Seguridad en el hogar
Los deslizadores situados en las 4 patas facilitan el desplazamiento de Click&Fold por toda la casa y ayudan a evitar cualquier vuelco inesperado.
Desde el nacimiento hasta los 99 años
Click & Fold es la silla pensada para acompañar al pequeño en la vida familiar desde el primer día -con el Bouncer- hasta los 99 años.
No dejar al niño solo en la trona. Debe estar siempre supervisado por un adulto